El cielo dura eternamente, la tierra permanece.
Eternos y permanentes porque no buscan en sí mismos la razón de su existencia.
Por éso perduran.
Es así que el hombre sabio se coloca en el último lugar y sin embargo es el primero.
Porque no piensa en sí mismo, por éso sobrevive.
Es a causa de su desinterés que su propio interés se realiza.
el libro del Tao
2 comentarios:
el resplandor no se oculta esta se siente besitos de gaviota en vuelo.
...la búsqueda del sentido oscurece la claridad de la Presencia, de esa certeza que nos libera de la búsqueda...me voy acompañada de esa música que nos estás regalando, maravillosa..
un beso.
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