Permanece muy quedo por un instante, regresa a tu hogar junto con Él y goza de paz por un rato.



domingo, 19 de agosto de 2012

estás



De repente se abrió de par en par esta mañana, la ventana
de mi corazón que mira a tu corazón.

Y maravillosamente vi mi nombre, aquel con que me nombra
tu voz más íntima y querida, escrito sobre las hojas y las flores en tu corazón.
Y esperé silenciosa.

Un instante se alzó, volando, el visillo que separa tus cantos de los míos.

Y descubrí que en la claridad de tu mañana, en tu corazón, alguien cantaba
mis canciones futuras, las que no he soñado ni cantado todavía. Y para aprender
mis propias canciones, me senté, silenciosa, a tus pies.