Vino a mí la tristeza como una nave antigua
hendiendo suave el agua
Y de pronto una mariposa se posó en mi palma
Juntando las alas como manos
se quedó absorta en la oración
No había para mí otra acción de gracias
que mantener las manos quietas
La tristeza se hizo luminosa
y la oración de la mariposa
Savita Singh
Savita Singh