Uno de los requisitos esenciales para el crecimiento espiritual y la transformación personal profunda es hacer las paces con el dolor.
Ninguna expansión o evolución puede producirse sin que haya un cambio, y los periodos de cambio no siempre son cómodos.
El cambio exige poner en duda lo que nos es familiar y atrevernos a cuestionar nuestras necesidades tradicionales de seguridad, comodidad y control.
a menudo percibimos esto como una experiencia dolorosa